Algo que me ha sorprendido desde que llegué a México es la cantidad de veces que come la gente aquí…
Ojo, no porque vivía en Venezuela no es que no pudiera conseguir comida y demás tema actual de mi país, sino que por ejemplo yo estaba acostumbrado a 3 comidas al día… y a veces 4 si incluía una merienda.
Nunca he sido persona flaca, siempre he tenido tendencia a tener unos kilos de más, excepto cuando me pusieron una dieta en el liceo porque tenía el colesterol muy alto, y con esa dieta y rutina de ejercicios pasé de ser el gordito de 1.20 metros del salón al flaco de 1.80 entre el basquet y el voleibol que es lo que practicaba.
Hoy en día sigo teniendo mi 1.80 pero ya tengo mi panza y la verdad como siempre digo: “mientras te sientas bien contigo mismo no debes de sentirte mal o ponerte con modas y cosas para verte mejor a los demás”.
Hace poco si sentí que empecé a subir mucho de peso, me puse a analizar y me pasó por las preocupaciones, problemas de Venezuela (que no saco de mi mente), proyectos de trabajo, proyectos de familia, etc.
La verdad cuando me vi y dije: “Hey… no me siento mal, pero ya me empieza a salir mucha barriga, tomaré cartas en el asunto antes de ponerme mal de verdad”
Sigo “casi” con lo mismo de siempre y estas siempre ha sido mis rutinas:
- Primera comida es mi desayuno, tipo normal, un sandwich, un plato de cereal con leche, tal vez unas frutas, todo esto a las 8 am o 9 am…
- Mi segunda comida es ya lo que yo conozco como el “Almuerzo” (aquí en México le dicen la comida, porque el Almuerzo es un segundo desayuno") es mi comida a la 1 pm. Lo normal. Casi siempre comida hecha en casa, casi nunca algo de la calle o restaurante, aunque si lo digo, 1 vez a la quincena salgo a comer con mis compañeros de trabajos al “taquero de la esquina”.
- A veces, y solo a veces una merienda suave, aquí si es una barra de frutas, o una fruta en sí y algún agua o jugo.
- mi cena… ya es la última comida del día a eso de las 8 o 9 pm. Lo más pesado de la Cena llega a ser unas Arepas, o un Pan “concha” o algún pan de ese estilo con una taza de chocolate caliente. Nada pesado
Realmente lo que hice de cambio en mi día a día cuando me di cuenta de que me estaba poniendo gordo no fue la gran cosa.
En mi almuerzo ahora me traigo comida más ligera, iel pollo en vez de frito lo traigo a la plancha, las carnes las hago con menos salsas de guisado, bajé un poco la cantidad (aunque quede con un poco de hambre) y la cantidad que me quité de arroz, o pasta o de carne la cambié por ensaladas, pero solo ensalada de las que me gusta, ejemplo de tomate y pepino, o de zanahorias ralladas con remolacha y lechuga… jejeje…
¿El otro cambio que realicé? fue uno muy sencillo… Caliento mi comida al medio día, como rápido (cuestión de unos 10 o 15 minutos me termino la comida), y salgo a caminar.
Al principio y por problemas de contaminación, altura, falta de ejercicio y demás, el venir de un país donde la altura máxima era de 900 metros sobre el nivel del mar y me faltaba el aire, aterrizar en Ciudad de México a 2700 Metros sobre el nivel del mar, al llegar al país me costaba hasta caminar lento.
Cuando comencé a caminar al salir del trabajo caminaba lento y si caminaba unos 200 metros era mucho, apenas 2 cuadras y me devolvía a la oficina.
Ya ahorita con un par de meses haciendolo DIARIO, todos los días como y me voy a caminar los 45 minutos del resto de mi comida… Ya hoy en día me camino 1 kilometro en esos 45 minutos, los camino rápido, doy una vuelta y me devuelvo a la oficina, mi última estimación del celular fue una caminata de 1.5 kilometros.
No me preparo para una olimpiada ni para una maratón, realmente no es lo mío, pero haciendo esto en los últimos 3 meses ya he bajado unos 4 kilos. me siento de nuevo bien, pero lo he continuado haciendo para mantener mis piernas y seguirme acostumbrando a la altura, contaminación y niveles de estres de trabajo, aparte que en esa caminata la aprovecho para mirar tiendas, locales, y conseguir donde iré a comer con mi esposa el siguiente mes o donde me tomaré las cervezas con mis amigos a fin de mes que nunca falta.
La cuestión no es si tenemos tiempo o no, sino si de verdad queremos hacerlo. No creo que cualquiera se lance una caminata de 1.5 kilometros todos los días después de comer… pero eso también me ayudó a mantenerme despierto y que no me diera “el mal del puerco” xD